La ventaja del mutuo acuerdo es la sencillez y agilidad del proceso. De entrada siempre priorizará la negociación.
Tanto si se trata de una separación, de un divorcio como de la ruptura de una pareja de hecho, y tanto si acudís juntos como si vienes individualmente, puedo ayudaros a alcanzar un punto de encuentro justo y satisfactorio para ambos en todas las cuestiones que es necesario resolver cuando se inicia una vida por separado.
Tal vez ya habéis pasado por un Servicio de Mediación Familiar y hayáis alcanzado un acuerdo. Pero ese acuerdo privado debe plasmarse en un buen contrato legal, el «convenio regulador», hecho a vuestra medida, y elaborado por un especialista en la materia. Los malos convenios siempre terminan dando problemas. Vuestro divorcio es algo demasiado serio como para confiarlo a un servicio «low cost», de los que abundan por la red. No puede reducirse a rellenar un formulario.
El convenio regulador debe ser aprobado por el Juzgado de Familia para que tenga eficacia legal. Estaréis acompañados a lo largo de toda la tramitación judicial, desde la primera consulta hasta la sentencia.